Alemania, ¿al borde de la recesión?
21 de agosto de 2011Publicidad
Los empresarios alemanes y sus compañías siguen teniendo encargos de sobra, las unidades de producción funcionan a toda capacidad, el motor que activa las exportaciones está andando y el mercado laboral tiene un aspecto saludable. Los fabricantes de automóviles trabajan a más no poder y, aún así, son muchos los clientes que deben esperar meses para poder sentarse frente al volante del coche que han comprado. Los constructores de maquinaria, el sector industrial más importante para la economía germana después del automotriz, también tienen suficientes encargos en sus manos y la industria química no se queja de nada.
Las malas noticias
La primera señal negativa la enviaron los expertos de la Oficina Federal de Estadísticas en Wiesbaden, capital del Estado federado de Hesse: el Producto Interno Bruto (PIB) de Alemania sólo creció en un 0,1 por ciento en el segundo trimestre de este año, comparado con el del periodo precedente. El banco estadounidense Morgan Stanley dio otra mala noticia cuando emitió sus pronósticos sobre el crecimiento de la economía mundial y describió la situación de Estados Unidos y Europa como “al borde de la recesión”.
¿Está fallando el motor?
El renombrado experto en finanzas Clemens Fuest, de la Universidad de Oxford, no niega que estemos ante “una mengua en el crecimiento“; pero, en una entrevista a la edición dominical del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, sostiene que los hechos apuntan a que la coyuntura no se debilitará. Sin embargo el economista en jefe de Morgan Stanley, Joachim Fels, disiente y dice que el riesgo de una recesión en Alemania es de un 25 por ciento. Fels declaró al periódico Welt am Sonntag que “los mercados débiles perjudican la coyuntura y ese efecto debilita aún más a los mercados. Se trata de un círculo vicioso y no hay salida fácil”.
Las buenas noticias
Autor: Henrik Böhme (erc)
Editora: Claudia Herrera Pahl
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