Alemania: primer examen en la cancha

La cautela es una característica típica de los alemanes, también en el fútbol. Por eso, el capitán de la selección germana, que sufrió un esguince en el tobillo izquierdo durante un partido de entrenamiento en Suiza, no entrará en la cancha este sábado. El entrenador nacional, Jürgen Klinsmann, no quiere correr ningún riesgo y prefiere esperar a que la lesión de su jugador estrella sane por completo. En consecuencia, el equipo tendrá que batírselas sin Ballack en el enfrentamiento amistoso con Luxemburgo, un rival que sin duda no puede calificarse de peso pesado.

Voluntad de triunfo

Pero, por más amistoso que sea el partido, la atención está asegurada de antemano. Tanto los técnicos como la hinchada germana están ansiosos por ver en la práctica los resultados de estas casi dos semanas en que Klinsmann ha intentado amasar un equipo cohesionado y con garra. "Aunque quizás lleguen a producirse algunas fallas de concentración, debido al cansancio, el equipo debe demostrar que quiere ganar. Tenemos que notar claramente el esfuerzo", dijo el entrenador. Y especificó: "los jugadores deberán aplicar las indicaciones tácticas que ejercitaron durante el entrenamiento. Queremos jugar rápido en la delantera. Tenemos que automatizar esas cosas."

Tres partidos amistosos le quedan a la selección alemana por delante, antes de que llegue la hora de la verdad y le corresponda inaugurar el Mundial enfrentado a Costa Rica el 9 de junio. Tras el encuentro de este sábado con Luxemburgo vendrá uno con Japón, el 30 de junio, y otro con Colombia, el 2 de julio, faltando justo una semana para el comienzo del torneo. Klinsman se propone aprovechar estos juegos para "experimentar" y "dar la posibilidad de actuar a la mayor cantidad posible de jugadores."

El favorito de Beckenbauer

Claro que, con el Mundial ad portas, algunos pensarán que ya ha pasado el momento de los experimentos y que lo que hace falta es consolidar el equipo. Sea como fuere, los partidos amistosos con que la selección alemana cerrará la etapa de preparación darán al país entero la oportunidad de hacerse una idea de cuántas posibilidades tiene de quedarse con la Copa del Mundo.

Desde ya, el jefe del Comité Organizador del Mundial, Franz Beckenbauer, no parece muy optimista en lo que a su equipo nacional respecta. Su absoluto favorito sigue siendo Brasil, según dijo en Berlín. "Quien derrote a Brasil tendrá buenas oportunidades de convertirse en campeón mundial", señaló el Kaiser, quien piensa que el segundo lugar lo ganará Italia, pese a los escándalos en que está sumido el fútbol en ese país.