Alemania para los más aventureros
Vacaciones en Alemania: puede venir por la cultura, el romance, la fiesta en Berlín o la cerveza en Baviera. Pero también puede ser que lo atraiga la aventura. Nuestros favoritos para esa pequeña descarga de adrenalina.
Casamiento en alturas vertiginosas
Los edificios de Fráncfort son únicos en Alemania. Ninguna otra metrópoli de este país tiene tantos y tan altos rascacielos. Lanzarse desde una altura de 100 metros y bajar por la fachada atado de forma segura: eso sí que requiere esfuerzo. Aquellos que hayan superado este desafío juntos también manejarán el resto de la vida juntos.
Tirolesa en el Estadio Olímpico de Múnich
El techo de plexiglás del Estadio Olímpico de Múnich es famoso. La tirolesa "Flying Fox" pone a los visitantes a la altura de la construcción del tejado. Después de subir hasta la estación de rápel, la tirolesa los lleva de nuevo hacia abajo a gran velocidad en un recorrido de 200 metros a través del estadio y, en los días en que la vista está despejada, se puede incluso ver los Alpes.
Unas vueltas en el circuito de Nürburgring
¡Siéntase como un piloto de Fórmula 1! Eso es posible en Nürburgring, en la región del Eifel. Se puede correr una carrera, al volante o como copiloto con un piloto experimentado, por el circuito de Fórmula 1 y por la legendaria curva norte. O se puede esperar hasta Semana Santa: entonces el Nürburgring abre el circuito a todos los pilotos aficionados.
Kayak de aguas bravas en el Rissbach
Un rugido atronador: este sonido hace las delicias de los kayakistas que aman la acción. Así que vayamos a los Alpes. Si los niveles de agua son buenos, los arroyos y ríos de la zona se transforman en zonas difíciles. Hay cascadas, desfiladeros y escaleras que dominar, como en el Rissbach, cerca de Garmisch-Partenkirchen. Tiene un toque casi canadiense.
Parapente en el Wank
Quedémonos en Garmisch-Partenkirchen y despeguemos. El Wankbahn nos lleva hasta uno de los puntos de despegue más bellos para los parapentes en los Alpes, en el monte Wank, a 1750 metros de altura. En sus flancos se desarrollan perfectas corrientes ascendentes y es posible realizar vuelos térmicos de varias horas de duración. La guinda del pastel es esta majestuosa vista de los Alpes.
Excursión a la cima del Kanzelwand
Conquistar el Kanzelwand significa escalar los últimos 550 metros de la pared vertical. Después de extenuantes pasos de escalada, travesías y ascensos, también hay que superar este puente de cuerda. Es impresionante en el sentido más estricto de la palabra. El Kanzelwand es una montaña de 2058 metros de altura situada en los Alpes de Algovia, cerca de Oberstdorf.
Puente colgante Titan RT en las montañas de Harz
El puente colgante Titan RT columpia suavemente a sus visitantes a 100 metros de altura sobre el valle de Rappboden. Con 485,5 metros, es el puente colgante de cuerda más largo de Alemania. También se puede cruzar en la tirolesa que hay junto al puente. O si le gusta la verticalidad, puede bajar 43 metros por el muro de la presa de Wendefurth, que está al lado.
Camino del puente cerca de Solingen
Por una estrecha escalera que sigue el arco de la estructura de acero de 100 metros de altura del puente de Müngsten, se sube peldaño a peldaño. Una vez en la cima, los escaladores disfrutan de una gran vista sobre el rio Wupper. La vía ferrata del puente es única en Europa. El puente es un monumento industrial y puede que pronto se convierta en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Cueva de Falkenstein, cerca de Bad Urach
Solo se puede entrar en esta cueva con un traje de neopreno. La cueva de Falkenstein es la única cueva acuífera de Alemania que ofrece visitas guiadas. Se adentra en la montaña sin iluminación y sin caminos marcados como en las cuevas turísticas. En algunos lugares el lugar se hace muy estrecho y hay que bucear. El recorrido más difícil dura hasta 14 horas y lleva a una profundidad de 3500 metros.
El mirador Alpspix
No siempre hay que moverse para sentir la adrenalina. En el mirador Alpspix, cerca de Garmisch-Partenkirchen, que se adentra en el paisaje, los visitantes se sitúan a 1.000 metros por encima del abismo, el Höllental (literalmente: valle del inferno). El nombre lo dice todo: la plataforma de acero está forrada de rejillas, la vista de las profundidades hace temblar las rodillas.