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Sociedad

Alemania: Los tiempos con cabellera larga llegan a su fin

28 de abril de 2020

Las peluquerías estuvieron cerradas durante seis semanas debido a la pandemia del coronavirus. A partir del 4 de mayo, y bajo estrictas condiciones, se les permitirá abrir de nuevo, pero será probablemente más caro.

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Cortar pelo no es tan fácil como parece, y menos el propio.
Cortar pelo no es tan fácil como parece, y menos el propio. Imagen: picture-alliance/dpa/T. Frey

"¿Han vuelto a abrir, Sevil?", preguntó esperanzada una mujer en la puerta del Salón de Belleza Sevil de Berlín. Ella enseñó sus uñas artificiales de color rojo. "Ya no aguantan más y han crecido demasiado", se queja la misma mujer, mientras toca su atado cabello rubio y crespo.

"No abriremos hasta la semana que viene y ya estamos llenos de citas hasta mediados de mayo. "El cuidado de uñas seguirá estando prohibido, lo siento", respondió Sevil Bulut. En lugar de un peine y unas tijeras, la peluquera de 58 años tiene una regla en la mano y mira el desorden de su salón. Seis sillas de peluquería, cuatro carritos negros con cepillos, peines, rizadores y pinzas para el pelo, un sofá con cojines gruesos donde los clientes solían esperar para una cita, maquinillas de afeitar y cabezas de maniquíes con pelucas.

Vuelve a sonar el teléfono

"Apenas podemos salvarnos de las solicitudes", afirmó contenta Dilara Akbay, hija de Sevil y copropietaria. Tras el anuncio de la reapertura de los salones y luego de seis semanas cerrados por la pandemia del coronavirus, el teléfono para agendar citas no ha dejado de sonar.

Las dos emprendedoras se sienten muy aliviadas por el apuro.Sevil todavía llora cuando recuerda el pasado 23 de marzo, día en que más de 80.000 peluquerías tuvieron que cerrar en Alemania. "No tenía ningún respaldo financiero", confesó.Tuvo que pedirle a sus empleados trabajar a tiempo parcial, mientras que los aprendices esperan el llamado para poder regresar a trabajar.

Sobrevivieron con la ayuda estatal

El estado federado de Berlín proporcionó 5.000 euros para las empresarias, mientras que el gobierno federal otorgó otros 9.000 euros. En una campaña del vecindario, los clientes frecuentes compraron vales por 1.600 euros, que serán cobrados después de la reapertura.

"Sin el dinero, no habría sabido cómo pagar el alquiler del salón. Recientemente aumentó en 11,50 euros por metro cuadrado", describió Sevil. A eso se le suman los costos en casa. El marido de Sevil, un maquinista, está trabajando a tiempo parcial.

La reapertura produce costos adicionales: hubo que comprar más capas de peluquería, toallas, desinfectantes, jabón, guantes y trapos desechables. Cada capa y cada toalla deben ser lavadas tras ser usadas.

¿Cortar el pelo y guardar la distancia? Este es un intento no recomendable.
¿Cortar el pelo y guardar la distancia? Este es un intento no recomendable. Imagen: picture-alliance/dpa/H. Ringhofer

Las normas de higiene impuestas son estrictas: todos los empleados y  clientes deben llevar mascarillas, las zonas de espera deben serán suprimidas, las revistas y las bebidas no estarán disponibles y el baño de los clientes estará cerrado. El lavado de cabello es ahora obligatorio, mientras que los cortes de pelo en seco están prohibidos.

Los altos costos de la higiene

Todos los materiales de trabajo deben ser limpiados antes de ser utilizados con un nuevo cliente. Las nuevas herramientas y accesorios, entre las que se encuentran un esterilizador de cepillos con radiación UV y un dispositivo que limpia tijeras y los cabezales para afeitado con ultrasonido, le han costado alrededor de 500 euros. "Antes solíamos poner nuestros cepillos en agua con jabón por la noche, pero ahora eso ya no es suficiente", explicó Sevil.

Recientemente, ella encontró unos desinfectantes económicos en una farmacia y quiso comprar seis botellas. La cajera se lo prohibió y solo aceptó venderle tres cuando vio el Facebook de la peluquería en su teléfono móvil. Otra clienta que esperaba en la puerta de la farmacia, que había visto a Sevil rogando por el desinfectante, le regaló una botella más.

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El problema con la distancia

A Sevil Bulut le preocupan la medida de 1,5 metros de distancia, que se aplicará también en las peluquerías, aunque eso es imposible entre un peluquero y un cliente. La distancia se estableció entre cada uno de los clientes y los mismos peluqueros, es decir, el salón de 80 metros cuadrados está dividido en zonas.

El salón tiene seis sillas. Para respetar los 1,5 metros hay que inhabilitar dos asientos. "Ya no puedo ofrecer ondulados permanentes porque los clientes bloquean un lugar durante horas y tienen que ir al área de lavado de vez en cuando", dice Sevil.

Los precios subirán

El salón tiene dos lavabos.Los asientos están muy juntos y no se pueden mover debido a las conexiones de agua.¿Cómo se puede cumplir con las reglas de la distancia?"He considerado construir una separación de plexiglás, pero no sé si eso será suficiente", dijo Sevil.En los últimos días ha intentado contactar por teléfono a las autoridades, pero las líneas están constantemente ocupados.

Cuando el salón esté listo, Sevil y Dilara tendrán que sacar cuentas, ya que tendrán menos clientes y dedicarán más tiempo para las medidas de higiene.Para las damas, los precios por lavar, cortar y secar el pelo rondaban entre los 39,50 y 47,50 euros, dependiendo del largo del cabello. Para los hombres, el lavado y el corte era de 28 euros."Definitivamente tendremos que cobrar 30 euros en el futuro", calculó Sevil.

¿Tolerarán los clientes el aumento de los precios?"Al principio no dirán nada y estarán felices de ser atendidos de nuevo después de seis semanas", afirmó Sevil."Pero cuando todo esto se haya calmado un poco, vendrán aquí y me dirán: ‘Sevil, te pusiste muy cara'”, agregó.

(ju/jov)

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