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Encuentro tripartito

18 de octubre de 2010

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, se reúnen en la localidad gala de Deauville para hablar, principalmente, de la defensa de Europa.

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La OTAN estudia la posibilidad de instaurar un escudo antimisiles en Europa.Imagen: AP Graphics

Es un encuentro de a tres en preparación de las cumbres del G-20 y de la OTAN- que tendrán lugar el próximo noviembre- el que mantienen los mandatarios de Francia, Alemania y Rusia. Cuestiones económicas, y sobre todo de defensa común, dominarán las conversaciones. A las citas del mes que viene, Nicolas Sarkozy, Angela Merkel y Dmitri Medvedev quieren acudir habiendo coordinado sus posiciones.

Encuentro importante

“Este tipo de encuentros en círculo reducido son importantes porque en ellos se puede hablar de manera exhaustiva sobre cómo cooperar a nivel internacional”, declaró Angela Merkel. Se espera que las conversaciones, que proseguirán este martes, sean intensivas en Deauville.

La defensa de Europa supondrá una de las cuestiones que más ocupe a los interlocutores. Después de que la guerra de Georgia de agosto de 2008 instaurara cierta frialdad en las relaciones Rusia-OTAN, ambas partes tratan de buscar ahora nuevas vías para el acercamiento. En primer lugar es la Alianza la interesada en ganarse el beneplácito de Moscú, con el fin de que éste apoye el proyecto que está gestando: la implantación de un escudo antimisiles que proteja las fronteras del continente y del que también los rusos participen.

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Dmitri Medvedev, primer ministro ruso (izq.), Angela Merkel, canciller alemana, Nicolas Sarkozy, presidente francés.Imagen: picture alliance/dpa

Frances y alemanes no de acuerdo

Sin embargo, alemanes y franceses no acudieron al encuentro para dialogar como una unidad; también entre ellos hay posturas discrepantes que limar. París no entiende el citado escudo como un sustituto al poder nuclear, sino como una añadidura. “Estamos a favor del escudo antimisiles. Lo vemos como un complemento útil”, aseguró un diplomático galo de alto rango del Elíseo.

Alemania, que al contrario que Francia no posee armas atómicas propias pero sí alberga en su territorio bombas estadounidenses- que quisiera ver retiradas-, apuesta por el desarme y considera que el escudo podría ir suplantando progresivamente a los arsenales nucleares, ya que éste se basta por sí solo para defender al Viejo Continente de amenazas como las procedentes de países como Irán.

Francia considera que los planes para un escudo antimisiles han evolucionado tras el cambio de presidente en Estados Unidos, convirtiéndose en más realistas y económicos, aunque los escépticos recuerdan que sin el apoyo de Rusia el proyecto tendrá pocas opciones de éxito, y que el Kremlin fue muy reacio al escudo que Washington quiso colocar en Europa del Este. (dpa/ ap)

Editora: Luna Bolívar Manaut