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Esta persona ya ha repartido alrededor de 200. 000 euros entre jardines de infancia, la patrulla de tráfico o las asociaciones de ayuda a mendigos. Pero también algunas personas fueron agraciadas: una señora mayor que sufrió un atraco y un hombre que demostró su valor cívico. El donante sigue siendo anónimo. Los habitantes de Brunswig especulan sobre si se trata de un rico heredero o alguien con un misterioso secreto. Y seguirán sin saber quién es. Pero para los donatarios es algo irrelevante. Todo el mundo puede aceptar una donación, sea de un conocido o de un remitente anónimo.