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Alemania desea un Papa reformista

Emilia Rojas9 de abril de 2005

El obispo de Limburg opinó que es hora de elegir un Papa de América Latina, teniendo en cuenta el alto porcentaje de católicos de ese continente, al tiempo que abogó por "globalizar la solidaridad".

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¿Saldrá, de entre ellos, un Papa latinoamericano?Imagen: dpa

El fallecido Juan Pablo II fue un Papa que sentó precedentes en diversos órdenes. De partida, su llegada al trono pontifico rompió una centenaria tradición: la de que el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica fuera un italiano. Ahora es posible que el cónclave se decida a dar un paso más allá, depositando la máxima autoridad en manos de un prelado que no provenga siquiera de Europa. En tal caso, las probabilidades de que el elegido fuera un latinoamericano no parecen escasas.

Mayoría liberal

En Alemania, la mayoría de la gente desearía que el próximo pontificado tuviera un carácter más liberal. El 59% de los consultados en una encuesta del instituto TNS Emnid, se mostró a favor de que el nuevo Papa sea más proclive a las reformas que su predecesor. Otro sondeo, realizado por la empresa Polis, aportó detalles más específicos: un 78% quisiera que acabara la condena de los anticonceptivos y el 76% espera que se admita el empleo de preservativos para evitar el contagio del SIDA.

Los alemanes también están mayoritariamente a favor de la ordenación sacerdotal de mujeres (77%) y consideran anacrónico el celibato sacerdotal (74%). Menos importancia asigna la gente, en cambio, a la procedencia del próximo Papa. Así lo indica otra encuesta, llevada a cabo por Infratest Dimap. En ella, el 39% de los mil encuestados declaró que le daba lo mismo el origen, mientras un 29% opinó que debería provenir de América Latina, Asia o África.

La opción latinoamericana

En este último grupo cabría inscribir al obispo de Liburg, Franz Kamphaus, quien estima que la elección de un Pontífice latinoamericano sería una importante señal. "Aproximadamente la mitad de los católicos vive en Centro- y Sudamérica y sería hora de que un Papa viniera de allí", señaló el prelado en una entrevista con la agencia alemana de noticias DPA. Al mismo tiempo, abogó porque tenga continuidad el compromiso político de Juan pablo II con la paz, la justicia y el respeto de la dignidad humana, subrayando que el principal desafío de nuestro siglo es "cómo globalizar la solidaridad".

También otras figuras han manifestado sus expectativas de que el sucesor de Juan Pablo II provenga de América Latina. Entre ellos se cuenta el teólogo Gotthold Hasenhüttl, un sacerdote suspendido que demanda una "profunda reforma" en la Iglesia Católica incluyendo, por ejemplo, el establecimiento de un límite de cinco años para un pontificado. Hasenhüttl manifestó la sospecha de que el elegido será un latinoamericano, pero no un progresista, sino un conservador del Opus Dei.