1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Alemania: ¡Auf Wiedersehen!

Emilia Rojas24 de junio de 2004

La suerte quiso que Alemania disputara su último partido en la Eurocopa contra el equipo de reserva de la República Checa. Tanto más cruel para la hinchada fue la derrota, que dejó a los germanos fuera del torneo.

https://p.dw.com/p/5DoL
Una lapidaria derrota por 1:2 ante los checos deja a Alemania fuera de la Eurocopa.Imagen: AP

La suerte es clave en el fútbol. Una pelota que rebotó en el travesaño, una falta que el árbitro no vio, un penal que no se cobró... Cierto es que tras cada triunfo hay esfuerzo, preparación, sudor y lágrimas. Igualmente cierto es que los grandes astros del balón, como un Zinedine Zidane, pueden marcar la diferencia en cualquier momento en un partido. También hay quienes creen que la malicia puede hacer su aporte a los resultados. Si no, pregúntenle a los italianos, que no se convencen de que el 2 a 2 en el "duelo escandinavo" del grupo C fuera casualidad; una casualidad que, de paso, catapultó a Dinamarca y Suecia a la próxima ronda de la Eurocopa 2004, enviando a la escuadra azzurra de regreso a su bella patria.

Pero, si de suerte se trata, los alemanes no se habían podido quejar hasta este miércoles. Al margen de todas las virtudes futbolísticas que a veces se digna demostrar la selección germana (como en el encuentro con Holanda), el azar la favoreció al punto de conservar las posibilidades de clasificarse, pese a haber logrado sólo dos empates en los primeros partidos de esta copa. Por si alguna duda quedaba de que la diosa Fortuna le sonreía, este decisivo partido final de la primera vuelta no ofrecía, a primera vista, mayores desafíos: la República Checa, ya clasificada, resolvió "cuidar" a sus máximas figuras. Ergo, mandó a la cancha a los suplentes. Suerte germana......

Lágrimas solitarias

Los primeros minutos parecían confirmarlo. El gol de Ballack, la gran esperanza del fútbol germano, hizo latir con fuerza los corazones de su hinchada. Los gritos de júbilo resonaron ante los televisores de miles de hogares, que es donde el 69% de los alemanes siguen los partidos de la Eurocopa, según una encuesta del semanario Stern. Sólo un 14% acude a casa de amigos para presenciar estos eventos, y únicamente el 6% lo hace en un bar. En consecuencia, muchos no tuvieron probablemente un hombro para llorar cuando los checos igualaron el marcador. Y la cosa era como para soltar un lagrimón, máxime considerando que el primer tiempo del encuentro entre Holanda y Letonia terminó con un 2 a cero a favor del equipo naranja.

EM 2004 Deutschland gegen Tschechien Michael Ballack Bastian Schweinsteiger
Ballack y Schweinsteiger celebran el primer y único gol alemán.Imagen: AP

Y, ¿dónde quedó la buena fortuna? La diosa en cuestión por lo visto se distrajo y los checos de la reserva resultaron ser rivales de primera, que pusieron en aprietos al olímpico Oliver Kahn. Es más: incluso les dio violentamente la espalda a los jugadores alemanes que no consiguieron anotar con arremetidas que normalmente deberían haber sido goles cantados. Y, coqueta como suele ser, se volcó definitivamente hacia los checos cuando, en la única oportunidad clara que tuvieron en esta fase del partido, introdujeron la pelota al arco. Ya lo sabían en la antigua Grecia: en las diosas no se puede confiar.

EM 2004 Niederlande gegen Lettland
Oliver Kahn no logra detener el tiro de Marek Heinz.Imagen: AP