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Alemania: activistas ocupan matadero cerrado por coronavirus

4 de julio de 2020

Alrededor de treinta personas ingresaron sin permiso al edificio de Tönnies, el matadero más importante de Alemania. Desde el tejado de la construcción, los activistas exigieron la detención de la producción cárnica.

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Aparte de bloquear los accesos al matadero, los activistas se subieron al tejado del edificio, donde desplegaron sus mensajes.Imagen: picture-alliance/dpa/G. Kirchner

Activistas de la organización "Juntos contra la industria animal" ocuparon durante este sábado (04.07.2020) el acceso principal del matadero de la empresa alemana Tönnies, cerrada temporalmente tras un brote de coronavirus con unos 1.800 contagios confirmados hasta ahora.

Unos treinta activistas se encaramaron al tejado del matadero, donde desplegaron una pancarta en la que podía leerse "Shut down Tierindustrie" ("Detener la industria cárnica"), informó la propia organización a través de su cuenta de Twitter.

Tras la acción de protesta más de cien personas se sumaron a una manifestación contra el "consorcio explotador" Tönnies, que emplea a unos 7.000 trabajadores. Entre las reivindicaciones de la organización figura el cierre definitivo de todos los mataderos, el fin de la industria animal, la transformación de la agricultura hacia una producción y organización "solidaria y ecológica".

"Ya antes del coronavirus, las condiciones en la industria animal eran inaceptables: suponen un enorme sufrimiento para millones de seres vivos. El cultivo de forrajes y la ganadería aceleran la crisis climática. La situación de los trabajadores en los grandes consorcios alemanes como Tönnies es insostenible", denunciaron.

El foco de coronavirus en la sede principal de Tönnies, en la localidad de Rheda-Wiedenbrück, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, obligó el mes pasado a ordenar el cierre parcial de la vida pública en las circunscripciones de Gütersloh y Warendorf -vigente todavía en la primera de ellas-, que afectó a unas 640.000 personas.

El consorcio lleva años siendo objeto de críticas no sólo por las condiciones precarias de alojamiento y laborales de sus trabajadores, en su mayoría ciudadanos del este de Europa subcontratados por otras empresas, sino también por representar una industria que antepone los beneficios al bienestar animal.

Las autoridades alemanas quieren ahora regular mejor estos dos aspecto: por un lado, el ministro de Trabajo, Hubertus Heil, quiere acabar con las subcontrataciones por obra y  servicio en la industria cárnica, mientras el Parlamento aprobó ya mejoras en relación con la cría de animales en las granjas.

JU (efe)

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