Alemania 3 – Túnez 0

Túnez le planteó un excelente partido a Alemania, que venía de ganarle escasamente a Australia por 4 a 3. Esta vez, Alemania trató de balancear mejor el trabajo defensivo con el ofensivo, lo que al principio no logró muy bien.

Los tunecinos, con un equipo mejorado en varias posiciones con respecto al que salió al campo de juego contra Argentina, le hicieron sudar la gota gorda al once germano. Dicho sea de paso, Lemerre, el coach tunecino, dijo que no había jugado contra los argentinos con un equipo B por táctica, sino porque sus ases estaban realmente agotados.

No así en el partido de hoy, en el que envió al césped del estadio de Colonia a sus mejores futbolistas. Éstos demostraron que no en vano son campeones africanos. Con un juego disciplinado, tácticamente brillante, cerrando los espacios, marcando siempre con dos hombres al que contrario que llevaba la pelota, los tunecinos hicieron honor a su apodo de "águilas de Cartago".

Túnez: un rival incómodo

Con un Trabelsi, titular nada menos que en el Ajax Amsterdam, que jugó con una impasible regularidad, despejando todo balón que llegaba hasta sus últimas líneas, Túnez llegó a incomodar a una Alemania que por largos pasajes del partido no encontró su ritmo.

Hasta el penalty, en el minuto 74, contra Ballack, que se le escapaba a la defensa tunecina y fue derribado en el área chica. El propio capitán del once alemán se ocupó de rematar. Fue un tiro concentrado, claro, inatajable para el excelente Boumnijiel.

Desde allí, el partido tomaría otro cariz. No habían pasado cinco minutos, cuando el veinteañero Podolski (FC Colonia) realiza un pase largo de ensueño hacia Schweinsteiger (FC Bayern Múnich), a las espaldas de la defensa tunecina.

Alemania logra un resultado claro

Schweinsteiger da unas zancadas, deja atrás a sus marcadores, toma rumbo al arco tunecino, del que sale Boumnijiel a cerrar espacios, supera a éste yéndose hacia la derecha y, cuando lo había sobrepasado, dispara sesgado con la pierna derecha. El balón se introduce junto al palo más alejado. Un deleite para la vista.

Túnez baja en ese momento un poco los brazos, pero no se entrega. Sigue haciendo su juego, con fuerza, empeño y decisión, queriendo mostrar de qué es capaz. Hasta que entra Mike Hanke a sustituir a Podolski, el ídolo del FC Colonia, que acaba de ascender a primera división.

Hanke entra en el minuto 87. Al segundo contacto con el balón, en el 89, cabecea con increíble precisión un centro de Deisler hacia el arco de Boumnijien. El guardameta tunecino despeja, pero no puede retener el balón. Hanke no duda, toma el esférico y lo introduce en el arco tunecino. Tres a cero. Un resultado claro, ante un rival fortísimo, un excelente partido. La Copa Confederaciones está cumpliendo con lo que prometió.