Alemania 2006: ¿Tiene habitaciones?

Dos millones de entradas ya se han vendido, y tantas o más personas se esperan en el país. En cuestión de negocios, la gastronomía ya se frota las manos calculando sus beneficios con tanto cliente en bares, restaurantes y hoteles. ¿Qué es lo importante en el mundial? Sobre todo las necesidades básicas: además del fútbol, comer, celebrar y como no, dormir.

Buscando un techo

Sin embargo, no se puede decir que los miles de fans que acudirán al mundial vayan a dormir tranquilos, por lo menos por ahora. Mientras en el estadio del Kaiserslautern entran 48.500 espectadores, la ciudad sólo tiene 1.900 camas disponibles. Algo similar ocurre en otras ciudades, por ejemplo, en Gelsenkirchen.

Con esta situación, el aficionado puede imaginar los precios que alcanzaran las habitaciones de hotel. Así aparece el problema del alojamiento para los visitantes. "El mundo como invitado con amigos" reza la consigna del mundial. Pero si no hay camas, no será la impresión que se lleve el que tenga que dormir en la calle.

La cosa se complica aún más con el servicio de alojamiento de la FIFA. Ya han reservado 30.000 camas en las sedes del Mundial. Por supuesto, para los que han pagado. Y es que este servicio es bastante caro para el fan de la calle. Sólo funcionarios y VIPs pueden hacer frente a tal importe, unos 190 euros es el precio medio para "disfrutar" de una cama con la FIFA.

Mucho dinero para un colchón

Y como para todo hay soluciones, Andre Ludwig y Torben Radig fueron rápidos en reaccionar ante tanta demanda. Por supuesto, ofreciendo al visitante la imagen de una Alemania hospitalaria. Para que no digan luego que son fríos, lejanos y sin humor.

Desde finales de junio, cuentan con su propio sistema de reservas de alojamiento. En su página web, www.quartergate.net, cualquiera puede encontrar un techo relativamente barato. Aquellos que viven a 20 Km de los estadios podrá ofrecer su habitación a cambio de un módico precio. Por persona y por noche, el aficionado pagará un fijo que rondará entre los 30 y 35 euros, además de la comisión de la agencia.

La habitación no es precisamente una ganga. Pero menos da una piedra. Sobre todo pensando en las astronómicas cifras de los hoteles. Además, el aficionado estará cerca del estadio y puede disponer de otros servicios como el transporte entre las ciudades donde juegue su equipo.

También en Berlín se han tomado iniciativas similares. No en vano se van a jugar allí seis partidos y está relativamente cerca de otras seis sedes. Para evitar el estado de excepción en cuanto al alojamiento, tanto agencias como páginas de internet están comenzando a administrar reservas. La agencia Euroflat cuenta con tal demanda, no alquilará más pisos desde tres meses antes del evento. El objetivo es claro: conseguir el mayor beneficio alquilándolas para el mundial. Parece que el negocio se prevé jugoso, aunque, seguramente, no para los aficionados.