Air France vuela con alas propias

El gobierno conservador del Primer Ministro Jean Pierre Raffarin, dió el banderazo de salida a las privatizaciones con una joya de la cultura empresarial francesa. La línea aérea Air France, la tercera en el ranking mundial, será la primera de una serie de privatizaciones en Francia que tiene por objeto reducir la participación estatal en 13 empresas públicas.

El ejecutivo francés dijo que la reducción de su participación "permitirá a la compañía acelerar la modernización de su flota, consolidar sus alianzas y establecer asociaciones, el Estado debe darles nuevos espacios de libertad".

Subsidios millonarios

Hacia finales de año, el gobierno galo reducirá su participación en Air France de un actual 54,4% hasta un nivel inferior al 20% Con la actual cotización bursátil de la línea aérea, valuada en unos 3.000 millones de euros, las arcas públicas ganarían entre 1.000 y 1.300 millones de euros. La línea aérea fundada en 1933, inició su privatización en febrero de 1999 cuando el Gobierno galo vendió un 20% de su participación en la entonces línea aérea estatal. Desde su colocación en bolsa en ese mismo año, la acción de la línea aérea se ha mantenido estable.

Después de cotizar el lunes en 13,69 euros por acción, el martes las cotizaciones se dispararon al alza en más de un 9%, después de anunciarse la privatización. Todavía en 1994 la línea aérea gala recibía subsidios equivalentes a unos 3.000 millones de euros del Estado francés.

Crisis tras los atentados terroristas

Air France, transportó el año pasado 43 millones de pasajeros, con un promedio de 1700 vuelos diarios, sigue en tamaño a la línea aérea alemana Lufthansa. El pasado ejercicio, la compañía gala registró ganancias de 153 millones de euros, con lo que no sólo afrontó bien la crisis que abatió al sector tras los atentados del 11 de septiembre, sino se perfiló como la compañía aérea más rentable de Europa y la tercera del mundo a pesar de la difícil situación de la industria de la aviación.

No corrieron la misma suerte otros competidores europeos que ya se encontraban tambaleantes antes de la fatídica fecha, como Swissair y la compañía belga Sabena, que quebraron.

Las alianzas son estratégicas

A través de una red informal de contactos así como privilegios comerciales con el fabricante de aviones europeo Airbus, la compañía aérea gala se beneficia de la cooperación con numerosas líneas aéreas africanas, así como de los derechos de aterrizaje y de despegue en antiguas colonias y territorios franceses de ultramar. El aeropuerto internacional de París Roissy, coloca a Air France en una posición privilegiada en la competencia internacional por la conquista de nuevos sectores del mercado.

A mediados de mes, el gobierno francés lanzó un concurso público entre los bancos para dirigir la privatización de 13 empresas públicas, entre las que se encuentran el consorcio eléctrico EDF y el de gas natural GDF. Ambos consorcios energéticos son considerados pieza clave del ‘servicio público’ francés.

Competencia global

Hace unos días, la Comisión Europea dió luz verde oficial a la alianza entre la alemana Lufthansa, la estadounidense United Airlines y las líneas aéreas escandinavas, SAS, quienes integran la llamada "Star Alliance". Las autoridades de Bruselas anunciaron la autorización de la alianza fundada en 1997 que cuenta actualmente con 14 miembros, después de un peritaje que se prolongó durante años.

La privatización de Air France fortalecerá el proceso de alianzas de "OneWorld", el competidor global de "Star Alliance", que integran además de la compañía gala, la británica British Airways y las estadounidenses American Airlines y Delta Airlines.