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¿Adiós al petróleo?

CHP19 de agosto de 2004

El precio del petróleo alcanza niveles récord. La dependencia del petróleo se convierte en un verdadero lastre al que se suman los problemas ecológicos. Se buscan alternativas a los motores diesel y de gasolina.

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Un coche 100 por ciento ecológico.Imagen: AP

Las palabras mágicas se llaman hidrógeno y gas. En Berlín el consorcio DaimlerChrysler entregó recientemente al canciller alemán, Gerhard Schröder, un coche que funciona con hidrógeno. En opinión del canciller, que aceptó gustoso el automóvil que engrosará desde ahora la flotilla de la cancillería, el desarrollo de los precios del petróleo legitima la política energética progresista alemana.

Hay que esperar hasta el 2010

Pero más allá de la euforia que haya producido la entrega del coche al canciller la técnica aún se encuentra lejos de poder producirse en serie. El ministro de Ecología alemán, Jürgen Trittin, hace hincapié en que a pesar de todos los esfuerzos para sustituir al petróleo como principal fuente de energía las nuevas tecnologías basadas en el uso de hidrógeno a penas estarán lo suficientemente desarrolladas hacia el año 2010.

Falta capacidad de almacenamiento

Mientras que en 1997 en Alemania circulaban 2.000 automóviles propulsados con gas, en el 2004 son ya 20.000. Los motores para gas producen mucho menos dióxido de carbono que los normales para gasolina, pero a pesar de las ventajas tributarias de un coche propulsado con gas -en Alemania el impuesto al gas es mucho menor que el de la gasolina- este tipo de automóviles sigue siendo relativamente caro. Debido al complicado mecanismo de presión del tanque de gas, estos coches suelen ser un 15 por ciento más caros que las variantes normales. Y además las gasolineras que ofrecen el gas son relativamente escasas. Actualmente hay una red de sólo 400 estaciones en toda Alemania. Se prevé que hacia el 2007 sean cerca de 1.000.

Campañas publicitarias

Otro de los problemas es que este tipo de coches tiene un alcance mucho menor al de los automóviles propulsados con gasolina. Por el momento las nuevas variantes de automóviles “ecológicos” se utilizan todavía por las grandes empresas para pulir su imagen, es decir, presentarse públicamente como empresas conscientes y ecológicas.