Abracadabra: ¡un futuro promisorio!

El ministro alemán de Economía, Werner Müller, declaró en su Informe Anual 2002 que para los próximos cuatro años cabe esperar un crecimiento económico del 2,5% anual. En caso de mantenerse el curso y de no existir factores externos negativos, para el año 2006 Alemania contaría con cifras de desempleo por debajo de los 3 millones.

Las buenas noticias no se quedan ahí: en la segunda mitad del año en curso la tendencia positiva del crecimiento económico mejorará aproximadamente del 1% actual a cerca del 3%. Este atractivo panorama incluye también la creación de 2 millones de nuevos puestos de trabajo.

La condición para que todas estas halagüeñas perspectivas se vuelvan una realidad es, según el Ministro, que el crecimiento económico entre 2003 y 2006 sea siempre mayor que en los pasados cuatro años. Para lograrlo es imprescindible fortalecer las exportaciones y reformar el mercado laboral.

Aprovechar la globalización

Bajo el título de "Globalización –aprovechar las oportunidades", el informe anual ha querido hacer hincapié en las ventajas que ofrece la globalización tanto para los países industrializados como para los países en vías de desarrollo. Bien usada, la globalización es el camino que lleva a una división internacional del trabajo, sin la cual un decrecimiento de la tasa de desempleo sería una ilusión.

"Más empleo requiere de más crecimiento", y el crecimiento deberá venir de las exportaciones, y no tanto del consumo interno. El nuevo fomento a la economía de exportaciones tendrá muy en cuenta tanto al Lejano y Cercano Oriente como al Africa. No excluyó la posibilidad de financiar la apertura de Cámaras de Comercio en el exterior con fondos federales.

Un truco de ilusionista

Políticos de la oposición democristiana no hicieron esperar sus críticas. Las cifras del informe deben de haber sido calculadas a ojo de buen cubero, han dicho los opositores, pues de otra manera no se explica que ante un desempleo galopante, nuevos récords de insolvencia y pronósticos de decrecimiento económico, el ministro hable de 2 millones de nuevos puestos de trabajo. Las estadísticas presentadas no serían más que un truco de ilusionista para hacer aparecer favorable la desoladora situación de la economía alemana.

Hablando de desolación

En cuanto a la situación económica europea en el marco de la cual se presenta el informe, hay una buena y una mala noticia. La buena es que el euro ha alcanzado la paridad con el dólar, algo que no había logrado desde su debut en 1999. La mala es que la causa de tal paridad no se halla en la eurozona, sino en el desarrollo coyuntural y en los escándalos financieros norteamericanos. El euro se ha convertido en un "valor refugio" para los inversores, porque, aunque el crecimiento europeo no sea espectacular, es estable. Los europeos, según los analistas, harían muy mal en dormirse en los laureles de la renovada fuerza del euro y en no realizar las tareas que les corresponden como son ordenar sus presupuestos internos, las reformas y la ampliación de la Unión Europea.

La locomotora del futuro

En este contexto, la industria alemana había comenzado a preocuparse por los posibles efectos negativos que podría tener en la economía un dólar débil. Sin embargo, teniendo en cuenta que las exportaciones alemanas se dirigen mayormente a los países de la eurozona, el ministro Müller no ve motivo para preocuparse por el crecimiento económico de Alemania. Visto así, serán las exportaciones las que saquen a Alemania de la crisis, el ministro fomentará las exportaciones, el euro estará cada día más fuerte... ¿habrá logrado el ilusionista convencer a su público?