''Abolir las cumbres''

Estallido de brutalidad

FRANKFURTER RUNDSCHAU, Fráncfort el Meno: “Los políticos y la policía no habían contado evidentemente con este estallido de brutalidad. Los organizadores de la manifestación pacífica reaccionaron el día siguiente de a la protesta en forma notable: no acusaron a nadie, no hicieron reproches a la Policía. En lugar de ello, autocrítica: “subestimamos la dinámica de la violencia que se desarrolló en el correr del sábado”. Ese “mea culpa” está bien, pero hay que preguntarse si los organizadores de la manifestación miraron realmente a tiempo para ver qué tipo de gente se mezclaba entre sus propios manifestantes”.

Responsabilizar a los organizadores

Berlingske Tidende, de Copenhague: “Sucedió una vez más. Un par de miles de violentos se mezclaron en Rostock en la víspera de la cumbre del G 8 entre decenas de miles de manifestantes pacíficos. (...) Ahora todas las miradas se dirigen a la violencia sin sentido en las calles, que el fin de semana dejó heridos a varios cientos de policías y por momentos adquirió dimensiones inabarcables. (...) Esa violencia debe terminar. Debe hacerse responsable a los organizadores de las grandes manifestaciones con ocasión de cumbres del G 8, la UE o la OMC de que las protestas no desemboquen en caos y violencia. En Rostock se oyó lamentablemente cómo voceros agitaban a la masa contra los policías, que debían resguardarse de los objetos que lanzaban los violentos. Ello fue irresponsable y debe ser objeto de una seria autocrítica por parte de las organizaciones que participan en las protestas”.

Policía: revisar la táctica

DER STANDARD, de Viena: “La Policía deberá revisar su táctica antes del arribo de los Jefes de Estado y de Gobierno. No debe olvidarse que durante la cumbre del G 8 en Génova, en 2001, hubo un muerto. Pero también los organizadores de las manifestaciones pacíficas deben distanciarse más claramente de los grupos propensos a la violencia. Es preferible renunciar a ellos, que malograr toda la protesta por esos violentos”.

Abolir las cumbres G 8

DER TAGESANZEIGER, Ginebra: “Puede ser que anteriores cumbres hayan tenido sentido. ¿Pero hoy? Desde hace años se abre un abismo entre los rimbombantes preparativos, cada vez mayores y más onerosos, y los resultados, cada vez menores. Incluso el ex canciller federal alemán Helmut Schmidt dice que las cumbres se han transformado en meros sucesos mediáticos. Si los representantes de los países más influyentes del mundo quieren intercambiar ideas sobre problemas actuales, deben hallar una forma menos pomposa y con menos daños colaterales. Hay que abolir las cumbres G 8 y reemplazarlas por encuentros flexibles, escenificados más modestamente”.