Abierto para todos

La variedad de propuestas es una de los principales aportes del Foro Social Mundial (FSM), también en su edición actual en la ciudad india de Bombay. Muchos observadores repiten que el evento no debe limitarse a la protesta, sino pasar a propuestas concretas. Pero las organizaciones no gubernamentales presentes sostienen que ofrecen precisamente eso, "propuestas y alternativas muy sólidamente fundadas, aquí hay un pensamiento muy fundado", dijo a DW-WORLD José Antonio Hernández, representante de la ONG británica Oxfam en Bombay.

"Aquí hay propuestas para las relaciones comerciales internacionales, las políticas agrarias, o para no usar la guerra para resolver los conflictos", dice Hernández, remitiéndose a los casi 2.000 talleres que sea realizan en los 200 sitios habilitados para este intercambio de ideas.

Variedad es fuerza

El FSM no aspira a seguir la ruta de otros eventos internacionales con su tradicional "declaración final". Un decálogo sería como terminar el trabajo, cuando la intención es la contraria, establecer redes de trabajo, dicen las agencias que participan en el evento.

Otro punto que se critica es la gran variedad de grupos, personas y organizaciones presentes en los FSM, por lo cual sería inevitable caer en contradicciones. Oxfam, por ejemplo, no niega esta posibilidad y admite que "hay propuestas contradictorias y no siempre coincidimos", pero Hernández destaca que están de acuerdo en una aspecto fundamental, " el bienestar de las personas debe estar en el centro del debate político social y económico, por ejemplo, cómo el comercio internacional debe sacar a la gente de la pobreza", explica a DW-WORLD.

Primeros resultados

Las organizaciones que apoyan el FSM y representan su eje de acción están convencidos de que en los pocos años que llevan trabajando ya se han anotado importantes éxitos, como "el acceso a los medicamentos esenciales para los enfermos del SIDA Africa o la mejora de las condiciones de venta de productos como el café, son logros que muchas veces se consiguen por las alianzas forjadas en encuentros como estos", dice José Antonio Hernández.

Aunque en el FSM hay conciencia de la dificultad para encontrar un consenso para definir una receta para alcanzar el bienestar, se resisten a creer que el mundo no se puede organizar de otra manera como lo está actualmente, como explica su ya clásico lema "otro mundo es posible".

El consenso se fundamenta sobre la convicción de la necesidad de una agenda política y económica que no excluya a gran parte de la población, como es el caso actual. Para ello se trata de ir entre todos avanzando en la construcción de alternativas.