A la vejez… la pasarela

Nada más se para ante la cámara, Ulla Schröter se pone de lo más coqueta. Como una profesional, flirtea con el objetivo. Unas veces como rockera madura y otras como una abuela entrañable. A sus 72 años, Ulla sigue siendo una modelo muy solicitada y a pesar de sus arrugas y pelo blanco, tiene todo lo necesario para convertirse en una modelo en su mejor edad: autenticidad.

Publicidad auténtica para el target 50 plus

¿Cabellos plateados y arrugas en un cartel? Hace 20 años era algo imposible en el mundo de la publicidad, siempre en busca de la juventud y el cuerpo perfecto. Entonces, las abuelas con canas eran la excepción pero entretanto, cada vez son más cotizadas.

El mundo de la publicidad no ha podido escaparse del cambio demográfico. Y pocos consorcios quieren prescindir del poder adquisitivo de los mayores de 50. Hoy en día, uno de cada dos euros gastados procede de esta generación. Y exactamente así ha de ser representada en los anuncios. Una jovencita con minifalda ya no es creíble, mientras que una pareja de 65 años, con una copa de vino en un crucero disfrutando de su edad de oro, despierta emociones verdaderas.

La agencia de modelos “Markenmodels” ha reconocido la tendencia. En la pared cuelgan retratos de jóvenes modelos en su “edad de oro”. También Ulla Schröters. Norman Stosser sabe como funciona el sector. “Las modelos de más de 50 han de estar sanas, ágiles y llenas de vida”, dice el cazatalentos que contrata a las modelos. Al final, sigue Stoesser, se trata de aparentar credibilidad. Y para ello también es necesaria una sonrisa bien cuidada, una piel sana y una buena figura, aunque en este último punto no se exige tanto como a las jóvenes.

Abuelas de hoy

¿Se convertirá la edad en algo más atractivo, más bello y fresco como dice Stoesser? ¿O es únicamente una estrategia de los departamentos de marketing? Muy pocos buscan a la clásica abuela con moño y gafas. Las modelos mayores tienen otro papel: compañera, que disfruta de la vida, saludable… Y si tiene que aparecer la abuela con los nietos, que sea moderna y guapa.

Este cambio en la imagen de las “abuelas” lo muestra también un estudio de la Sociedad de Investigación del Consumo (GfK). Mujeres de más de 50 años fueron preguntadas sobre su estilo al vestir. El resultado: las del tipo “correcta” se ve cada menos. En vez de eso, la experta de la GfK Petra Dillemuth observa una “informalización” de la sociedad. La generación de más de 50 va más acorde con la moda y no siguen normas estrictas: “se visten mucho más informales que las generaciones anteriores”.

La madurez es sexy, pero no para la pasarela

Este nuevo concepto se adapta a la perfección al concurso “Miss 50plus Germany”, que por segunda vez nombró a la reina de la madurez. “Los 50 son los nuevos 30” o “la madurez es sexy” anuncian los organizadores en su página web.

Pero… ¿se convertirá la cabellera plateada en la rubia de antaño? Ulla Schröter, que comenzó su carrera de modelo con 20 años, se muestra escéptica. En los anuncios de cosméticos y moda se sigue retocando cada arruga. También en las pasarelas. Con 30 años una modelo ya está mayor para el ramo y, salvo algunas excepciones, pocas desfilan en las pasarelas internacionales luciendo arrugas y cabellos grises. Pero… ¿A qué edad parar? Ulla ni se lo plantea. Adora su trabajo como modelo desde hace 50 años: “Se conoce a gente nueva y se sale más”, afirma convencida, a la vez que añade: “además, continuar siendo tan solicitada también es bueno para la vanidad”.