Alemania recuerda los 25 años de sus peores incidentes de violencia racista desde la II Guerra Mundial, las protestas de Rostock-Lichtenhagen, el distrito en el que entre el 22 y el 24 de agosto de 1992 miles de neonazis atacaron de forma repetida con cócteles molotov, botellas y piedras un albergue de refugiados.