2019: menos periodistas asesinados, más encarcelados
17 de diciembre de 2019Norma Sarabia Garduza estaba sentada en un portal cuando llegaron aquellos hombres enmascarados. Bajaron del vehículo, dispararon varias veces a la periodista y desaparecieron. La mujer, de 46 años, murió de inmediato.
Norma Sarabia Garduza es una de los diez periodistas asesinados en México este año. Escribía sobre corrupción y delitos violentos en el estado de Tabasco, en el sureste del país.
México a la cabeza
Una vez más, este 2019, México se sitúa entre los países más peligrosos para los profesionales de los medios, junto con Siria, Afganistán, Somalia y Pakistán. Así lo afirma el informe anual sobre la libertad de prensa de la organización "Reporteros sin Fronteras" (RSF), que incluye en esta denominación a todos los periodistas profesionales, periodistas ciudadanos y otros empleados de medios.
La buena noticia: en 2019, el número de periodistas asesinados en todo el mundo cayó significativamente. En el año anterior, 87 profesionales de los medios fueron asesinados. Este año, hasta principios de diciembre, la cifra asciende "solo" a 49. Este es el nivel más bajo en 16 años.
Menos corresponsales de guerra activos
El número de periodistas que murieron en regiones en guerra y crisis ha disminuido significativamente en este 2019. Y "hay varias razones para esto, pero no solo son positivas", explica Juliane Matthey, responsable de prensa de RSF.
Para empezar, la organización identificó significativamente menos corresponsales extranjeros reportando desde regiones en guerra y crisis. Por primera vez, ningún periodista fue asesinado en una misión extranjera; todos murieron en su propio país.
Además, muchos reporteros están hoy mejor entrenados y equipados para su desempeño en zonas de guerra, especialmente en el Medio Oriente. Según Matthey, los periodistas afganos, por ejemplo, se han adaptado a evitar grupos y largos caminos para reducir el riesgo de un ataque.
En Yemen, la cantidad de muertes también se redujo significativamente, de diez en 2018 a dos en 2019. "Pero eso también se debe a que muchos periodistas han cambiado de trabajo debido a la inestable situación ", dijo Matthey. Así, un exreportero del periódico Al-Thawra trabaja ahora como mesero en la capital, Sanaa, mientras un experiodista del periódico Akhbar al-Youm vende helados, ilustra "Reporteros Sin Fronteras".
Periodistas ciudadanos bajo presión
En contraste con las muertes, el número de periodistas detenidos aumentó en 2019. A principios de diciembre, 389 trabajadores de los medios de comunicación de todo el mundo estaban en prisión por su trabajo, cerca del doce por ciento más que en el año anterior.
En estas estadísticas, China lleva la mayor parte. Allí, el número de periodistas detenidos se duplicó en un año, de 60 a 120. Le siguen Egipto y Arabia Saudí.
Más del 40 por ciento de estos periodistas encarcelados son periodistas ciudadanos, personas sin formación periodística, que comparten con el público contenido investigado por ellos mismos.
En China, a pesar de la creciente censura, los periodistas ciudadanos han tratado de difundir información independiente a través de internet. Se les acusa de "espionaje" o "separatismo".
El caso más destacado es el del periodista ciudadano y economista Ilham Tohti, encarcelado por "separatismo" desde 2014. Tohti había hecho campaña por los derechos de los uigures en su sitio web. En China, la minoría musulmana está siendo perseguida con una intensidad cada vez mayor.
Además, RSF identificó a al menos 57 periodistas secuestrados, retenidos contra su voluntad en manos de un actor no estatal. La cifra es similar a la del pasado año y los rehenes siguen concentrados en los mismos países: Siria, Yemen, Irak y Ucrania.
(rml/ers)
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