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Zimbabue libre de poliestireno

4 de octubre de 2017

La contaminación por espuma de poliestireno es un problema en Zimbabue. El gobierno pretende prohibir el uso del material en envases alimentarios y promover alternativas más ecológicas. Pero no todos apoyan esta idea.

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Poliestireno (Fuente: Columbus Mavhunga)
Imagen: Columbus S. Mavhunga

Las calles, los ríos, los desagües y los lagos de Zimbabue están llenos de envases alimentarios de poliestireno no reciclables. Un problema agravado por el fracaso de las autoridades en la recolección rutinaria de basura. Los zimbabuenses a menudo no tienen más posibilidades que deshacerse de la basura donde consideren conveniente.

Esta devastación ambiental está a punto de cambiar a mediados de este mes cuando la Agencia de Gestión Ambiental de Zimbabue (EMA, en sus siglas en inglés) prohíba los envases de poliestireno, o espuma de plástico, para uso alimentario.

"Éste es sólo el comienzo para combatir el problema con la basura en nuestro país”, dice Steady Kangata, portavoz de la EMA, a DW. "Después del 17 de octubre, no habrá marcha atrás”, afirma.

La medida fue propuesta en julio, después de que la Universidad de Zimbabue en la capital ,Harare, publicara los hallazgos que evidenciaban los peligros del poliestireno. El material ultraligero es barato, pero el coste medioambiental es grande.

Alimento en un envase de poliestireno (Fuente: Picture-alliance/beyond/Junos)
La espuma de poliestireno expandido se utiliza mucho como envase para uso alimentario, pero es contaminante para el medio ambiente.Imagen: picture-alliance/beyond/Junos

El poliestireno, un polímero derivado del petróleo, contiene 57 sustancias químicas tóxicas que se activan cuando se incineran, contribuyendo así a la contaminación atmosférica y a la "alteración de la capa de ozono”, según la EMA. El material no es biodegradable, sino que se descompone en pedazos más pequeños que pueden acabar en las vías fluviales. Asimismo, los productos químicos liberados de los envases también pueden introducirse en los alimentos y en el agua potable, como explica el estudio de la Universidad de Zimbabue.

Multas elevadas

Environment Africa, una organización sin ánimo de lucro que aboga por soluciones africanas para los retos medioambientales y de desarrollo más acuciantes, ha acogido con satisfacción la nueva política.

"La amenaza que representa el poliestireno para el medio ambiente es escandalosa, por lo que su prohibición es urgente”, declara Sandra Gobvu, portavoz de Environment Africa.

La ONG asegura que está animando a las empresas a innovar y a pensar en alternativas más baratas y ecológicas de embalaje, como los envases de papel o cartón. Pero llevará tiempo acostumbrarse al cambio.

"Los recipientes de cartón no mantienen la comida caliente durante mucho tiempo y eso no me gusta. Así que sigo prefiriendo los envases de poliestireno”, dice Linda Kachiti, clienta habitual de uno de los puntos de venta de comida más concurridos del distrito central de negocios de Harare.

Calle llena de poliestireno y otros envases (Fuente: Columbus Mavhunga)
Basura de poliestireno en muchas partes de Zimbabue, ya que las autoridades no recogen con frecuencia los desechos. Esto ha provocado el bloqueo de los desagües de agua e inundaciones en algunas partes de la capital.Imagen: Environment Management Agency of Zimbabwe

Sin embargo, como todo el mundo en el país, tendrá que acostumbrarse a las nuevas regulaciones ya que una vez que entren en vigor oficialmente, se podrían imponer sanciones de entre 25 y 4.200 euros (30 y 5.000 dólares) por incumplimiento, según la EMA. La ley va dirigida a importadores, fabricantes, vendedores y empresas que utilizan envases de poliestireno para uso alimentario.

Ketiwe Nyarunga, que dirige un pequeño bar en el centro de Harare, cuenta que estaba a punto de quedarse sin existencias de embalajes de poliestireno cuando se anunció la prohibición. "Tomamos la decisión de empezar a prepararnos para la fecha límite de octubre”, dice. No obstante, a pesar de que está listo para el gran día, teme que esto "tendrá su coste”.

La subida inmediata de precios será entre un uno y un 10 por ciento dependiendo de si se habla con la agencia ambiental o con grupos empresariales. La EMA aconseja a los vendedores que animen a sus clientes a sentarse a comer, evitando así los envases y cualquier gasto adicional. Todo es parte de una campaña más amplia para frenar la basura.

Reacciones mixtas

La aparente rapidez con la que se está aplicando la prohibición también ha suscitado reacciones contrarias. La EMA había ordenado inicialmente una prohibición inmediata del poliestireno, pero tras una protesta del sector alimentario y de la industria del envase y embalaje, accedió a un período transitorio de tres meses en el que los comercios debían cambiar a un envase más respetuoso con el medio ambiente.

"Este plazo de 90 días es mucho mejor que la aplicación inmediata, que pretendía el gobierno”, cuenta Denford Mutashu, presidente de la Asociación de Comerciantes de Zimbabue, a DW, agregando que le gustaría que se prorrogara.

Sin embargo, eso parece muy improbable, ya que no se trata solamente de los 90 días. La EMA introdujo por primera vez la legislación en 2012, pero no la hizo cumplir.

"Queríamos dar tiempo a las empresas para encontrar alternativas”, dice Kangata. "Somos muy conscientes del esfuerzo económico, así que no queríamos apresurarnos a hacer cumplir la ley, pero esperábamos que ya estuvieran preparados para su cumplimiento”.

La prohibición por sí sola no es suficiente

Zimbabue no es el primer país africano que da pasos audaces para deshacerse de los desechos plásticos. En agosto, tras cuatro años de retraso, entró en vigor la prohibición de las bolsas de plástico en Kenia. Cualquiera que fabrique o use bolsas de plástico puede enfrentarse hasta cuatro años de cárcel.

Retrato de Christopher Magadza (Fuente: Columbus Mavhunga)
Christopher Magadza quiere que Zimbabue siga el ejemplo de Kenia en la prohibición del uso de bolsas de plástico.Imagen: Columbus S. Mavhunga

Christopher Magadza, profesor de estudios ambientales de la Universidad de Zimbabue, dice que su país debería seguir el ejemplo y extender su prohibición más allá de los envases de poliestireno.

"Al llegar al aeropuerto de Ruanda, por ejemplo, al pasajero se le pide amablemente que entregue los envases de plástico de sus compras dutty-free (libres de impuesto), así como de sus bebidas, y se le ofrece una alternativa ecológica”, cuenta Magadza a DW, explicando que el país tiene así mayor control sobre los residuos.

"No hay ningún plástico biodegradable”, afirma Magadza. "Si se piensa en plástico, hay que pensar en la contaminación del agua y del aire. Las presas, los lagos y los mares están llenos de plásticos, que también contaminan a los animales acuáticos y nosotros comemos algunos de ellos”, dice.

Autor: Columbus Mavhunga

Editor: Enrique López