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Mantener Palau inmaculado

Enrique Gili (J.A.G./CP)17 de mayo de 2016

El pequeño país de Palau ha creado una gran área de protección marina para mantener el océano saludable para la vida marina y las personas.

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El pequeño estado isleño de Palau ha designado el 80 por ciento de sus aguas como una zona de veda.
El pequeño estado isleño de Palau ha designado el 80 por ciento de sus aguas como una zona de veda.Imagen: Matt Rand/ The Pew Charitable Trusts

Organización: Santuario Marino Nacional de Palau, Palau, Micronesia

En 2015, el pequeño país de Palau, en el océano Pacífico occidental, dio un paso muy audaz. Se unió a la comunidad internacional de naciones isleñas comprometidas a proteger las vastas franjas del océano de la sobrepesca. Conocidas de otra manera como áreas de protección marina, las reservas están diseñadas para permitir a las poblaciones de peces recuperarse y promover así la conservación marina.

Con 193.000 millas cuadradas, el recientemente creado Santuario Marino Nacional de Palau es la sexta mayor área del mundo. Ahora, el 80 por ciento de las aguas territoriales de Palau fueron declaradas como áreas protegidas, dónde no están permitidas ni la pesca ni otras actividades extractivas.

Según Jennifer Koskelin-Gibbons, una representante de la ONG Pew Charitable Trusts, para la isla había mucho más en juego que la pérdida de los ingresos de la pesca comercial. Más allá del declive del ecosistema marino de la isla, debido a la sobrepesca, habría tenido consecuencias pésimas para el sector turístico.

“Proteger la pesca es un medio para proteger un capital muy importante”, dijo Koskelin-Gibbons.

Los operadores de buceo dependen de los llamativos corales de Palau y su entorno inmaculado para atraer los clientes. En 2015, cerca de 170.000 turistas visitaron la isla, cuando su propia población escasamente llega a los 17.000 habitantes. Sólo el buceo genera cerca de 90 millones de dólares anuales en la economía del país.

El gobierno de Palau necesita asegurar que los turistas sigan viniendo a la isla. “Queremos ofrecer a los buceadores una experiencia de nivel internacional”, dijo Koskelin-Gibbons. En pocas palabras: menos barcos pescando significa que más peces pueden reproducirse, lo que conduce a un ecosistema saludable y una economía robusta”.