Mosquitos que combaten enfermedades
21 de agosto de 2018Objetivo del proyecto: combatir enfermedades infecciosas como el dengue con mosquitos.
Implementación del proyecto: los mosquitos se infectan con una bacteria en el laboratorio, que evita que transmitan enfermedades como el dengue. Los insectos de laboratorio serán liberados en regiones problemáticas donde podrán transmitir su incapacidad de propagar la infección a otros mosquitos silvestres, así como a las siguientes generaciones.
Enfermedad: cada año, 390 millones de personas en todo el mundo se infectan con la fiebre del dengue.
Tamaño del proyecto: el método se está probando actualmente en ocho países. El mayor de los ensayos se está llevando a cabo en Río de Janeiro, Brasil, debido a su diversidad.
Socios del proyecto: el Programa Mundial de Mosquitos es una organización no gubernamental con sede en la Universidad de Monash, en Australia. La ONG trabaja con varios grupos, entre ellos la Fundación Bill y Melinda Gates, The Wellcome Trust y USAID, así como con gobiernos regionales de Australia, Brasil y India.
A mediados de la década de 1980, la población de Río de Janeiro experimentó por primera vez la fiebre del dengue. Hasta entonces, la enfermedad, transmitida por el mosquito de la fiebre amarilla, no existía en la región. Sin embargo, una mayor densidad de población en la ciudad, una deficiente infraestructura y las inundaciones cada vez más frecuentes e intensas, provocadas por el cambio climático, prepararon el terreno para su propagación. A medida que suben las temperaturas en todo el mundo, los mosquitos se están extendiendo a nuevos territorios, especialmente a zonas urbanas, y están trayendo consigo peligrosas infecciones.
El Programa Mundial de Mosquitos está tratando de abordar el problema de los mosquitos sin utilizar productos químicos ni técnicas de edición genética. Para ello, han recurrido a una bacteria llamada Wolbachia. Una vez infectados, los mosquitos ya no pueden transmitir el virus del dengue, ni del zika, ni del chikunguña, ni de la fiebre amarilla. Además, las hembras transmiten la bacteria a sus crías, lo que cambia de forma persistente a una gran parte de la población.
Un videorreportaje de Robert Richter