Roma en Bonn
18 de agosto de 2006Donde a partir del próximo noviembre se edificará un moderno centro de congresos, y ante la antigua Cancillería y el Congreso de los Diputados de la República Federal Alemana, hace 2.000 años había una colonia romana. DW-WORLD visitó las excavaciones.
El profesor Jürgen Kunow, director del Instituto Renano para la Conservación de los Monumentos Arqueológicos ("Rheinischen Amtes für Bodendenkmalpflege", del Consejo Comarcal del Rin), anunció esta semana el hallazgo: "Hemos encontrado mucho más de lo que habíamos imaginado: nunca antes se nos había presentado con tanta claridad cómo vivían los romanos a orillas del Rin".
Con una superficie equivalente a cuatro campos de fútbol, se trata de la mayor excavación de ruinas de una población civil romana de Alemania. Tras hallar los restos de unos baños de la época a principios de mayo, los arqueólogos se toparon con una sorpresa: los cimientos de una "construcción monumental", de probablemente dos pisos, y un pequeño templo. Un canal de agua de unos 70 metros de largo atravesaba la población, que alcanzó su punto de mayor esplendor aproximadamente entre el segundo y tercer siglo después de Cristo.
Los orígenes de la "Castra Bonnensia"
El año 13 a.C., el emperador Augusto le ordenó a su hijo Drusus construir 50 ciudadelas a lo largo del Rin, la frontera entre el Imperio Romano y los pueblos germánicos. Los colonos sucedieron a los legionarios y se establecieron en la región de la actual Bonn como artesanos, artistas y comerciantes. Los arqueólogos han encontrado en la "Castra Bonnensia" restos de pinturas y rastros de la condiciones de vida de las poblaciones romanas que, según Kunow, "demuestran la fuerza civilizadora que se alzaba tras su urbanidad".
"En esta población civil vivían aproximadamente 2.000 personas y no hay señales de que hubiera un destacamento militar. Desde luego, esta gente vivía como en Roma pero en tierras germanas: hay rastros de que importaban aceite de oliva, vino y otros productos típicos del Mediterráneo", dijo a DW-WORLD Cornelius Ulbert, director de las excavaciones. "Las termas son el hallazgo más interesante: se conservan en un excelente estado, y forman parte del complejo público del poblado. Un templo religioso galo-romano también es parte del mismo", apunta Ulbert, que no descarta encontrar nuevas edificaciones.
Curiosas inscripciones
Las herramientas y los utensilios hallados en una excavación como la de Bonn también arrojan nueva luz sobre las formas de vida y tradiciones en ese tipo de poblaciones: los arqueólogos muestran con orgullo diferentes cacharros de cocina, vasijas y copas que datan del tercer siglo d.C. En algunos de estos utensilios incluso se pueden leer curiosas inscripciones en latín como "Siéntete dichoso al usar esta vasija". Un plato de barro todavía muestra el sello de fabricación con el nombre del alfarero (se llamó Vitalis).
Algunas curiosidades encontradas, sin embargo, quedan más cerca en el tiempo que las que pertenecieron a los antiguos pobladores de la "Castra Bonnensia": los arqueólogos dirigidos por Ulbert informaron también del hallazgo de cascos de metal pertenecientes tanto al ejército nazi como al de los EE. UU., por ejemplo. La tierra ha dejado al aire incluso un paquete de la época nacionalsocialista con la expresiva inscripción de "Material propagandístico" y un altavoz del antiguo Parlamento ubicado en Bonn, a través del que se llamaba a los diputados a votar.
Hasta octubre
Las excavaciones se prolongarán hasta el 31 octubre. A partir de entonces comenzará la construcción del palacio de congresos planeada por la multinacional SMI Hyundai, que destina fondos para el avance de las extensas excavaciones: el principio de autor ("Verursacherprinzip") obliga a cualquier entidad que quiera construir sobre restos de valor arqueológico a costear los trabajos para su recuperación.
Cornelius Ulbert espera que a su equipo le dé tiempo a extraer todo los restos hallados. No obstante, el director de las excavaciones preferiría dejar los restos donde los encontraron: "Unas termas tan bien conservadas deberían poder ser visitadas donde se las halló: ésa es la mejor forma de conservar su esencia. Otra posibilidad es integrar arquitectónicamente los restos romanos en el nuevo palacio".
Ante la posibilidad de que SMI Hyundai acabe construyendo sobre algunos restos, Cornelius se muestra resignadamente comprensivo: "Al fin y al cabo, así es la historia: los romanos construyeron sobre los restos germánicos y nosotros lo hacemos sobre los romanos".