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Mediante un referéndum, la mayoría de los malteses se mostró a favor de la polémica caza de aves. La isla se remite a una reglamentación excepcional de la Unión Europea. Por su ubicación central en el Mar Mediterráneo, Malta es una parada importante en la ruta de las aves migratorias. Ahora serán aguardadas por unos 14.000 cazadores y tramperos. Las tórtolas y las codornices no son las únicas víctimas de los malteses, también se mata a cigüeñas y aves rapaces, pájaros en peligro de extinción.