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"Espero ver a un europeo en la Luna en esta década"

Roman Goncharenko
12 de abril de 2021

60 años tras el primer vuelo de Yuri Gagarin, el exjefe de la Agencia Espacial Europea (ESA) habla con DW sobre posibilidades y riesgos de viajar a la Luna y Marte, y sobre el futuro de los viajes espaciales tripulados.

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Simulación por computadora de una futura estación lunar.
Simulación por computadora de una futura estación lunar.Imagen: ESA/Foster + Partners

DW: Sr. Wörner, hace 60 años, Yuri Gagarin fue la primera persona en volar al espacio. Desde entonces, los vuelos a la órbita terrestre se han convertido en rutina, pero los seres humanos no hemos profundizado mucho en el espacio. ¿Cómo valora los resultados de los vuelos espaciales tripulados? ¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?

Johann-Dietrich Wörner: Para mí, los vasos siempre están llenos, la mitad con líquidos y la otra mitad, gases. En 1961, solo cuatro años después del Sputnik (el primer satélite), fue un logro increíble enviar a un ser humano al espacio. Fue un vuelo especial. Por ejemplo, no hubo cápsula de aterrizaje. Yuri Gagarin tuvo que salir de la cápsula antes de aterrizar, algo que hoy nos parece increíble. En este sentido, él dio un paso muy grande.

Sí, con la Estación Espacial Internacional todavía estamos en la órbita terrestre baja, pero hemos estado más lejos, no solo en la Luna, sino también para reparar el telescopio Hubble. También en ese caso, el transbordador se alejó de la órbita terrestre baja. Ese deseo de llegar lejos está en nuestros genes. Así que estoy seguro de que los humanos volaremos a la Luna y, en algún momento, en un futuro lejano, también a Marte.

El cosmonauta soviético Yuri Gagarin (en abril de 1961).
El cosmonauta soviético Yuri Gagarin (en abril de 1961).Imagen: picture-alliance/dpa

Usted mencionó los transbordadores estadounidenses, que no vuelan desde 2011. Casi diez años después, Estados Unidos vuelve a llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI), ahora con Dragon, una nave espacial de la empresa privada Space X. Antes de eso, los estadounidenses y europeos solo podían volar con la Soyuz rusa. ¿Utilizará Europa cada vez más los servicios estadounidenses y cada vez menos los rusos en el futuro?

Siempre volamos a la EEI con boleto estadounidense. Eso significa que pagamos a EE. UU. por los vuelos y es así que podemos volar. No pagamos en efectivo. Proporcionamos hardware y, a cambio, los astronautas europeos pueden volar. Incluso cuando despegamos con los rusos, volamos con boleto estadounidense. Mi esperanza es que los estadounidenses sean capaces de enviar ellos mismos nuevamente astronautas al espacio, que no volvamos a la época de las disyuntivas entre “esto o aquello” sino que aprovechemos lo que tenemos en común. Apreciaría mucho que los astronautas europeos y estadounidenses continúen volando con los rusos en el futuro, y que los cosmonautas rusos vuelen con los estadounidenses. Si se permite un sueño, espero que esto se extienda a China.

Johann-Dietrich Wörner, ex director general de la ESA.
Johann-Dietrich Wörner, ex director general de la ESA.Imagen: Jens Krick/Geisler-Fotopress/picture alliance

¿Existe el peligro de un distanciamiento entre Europa y Rusia en los viajes espaciales tripulados, debido a conflictos políticos?

La NASA siempre ha sido y será el socio estrella de la Agencia Espacial Europea (ESA). Pero también tenemos muchas colaboraciones con Rusia, con Roskosmos, y eso se aplica no solo a los vuelos tripulados, sino también a las misiones robóticas. Los viajes espaciales se sobreponen a conflictos terrenales, sanciones terrenales, etcétera, y espero que siga siendo así. Deberíamos intentar utilizar el espacio como algo que nos une y no como un área en la que podría actuarse militarmente.

Tras la anexión de Crimea en 2014, las relaciones entre Occidente y la Federación Rusa se deterioraron significativamente. Estados Unidos acusa a Rusia de ataques cibernéticos, y de  inmiscuirse en las elecciones presidenciales. Se están imponiendo nuevas sanciones. ¿Cómo afecta esto la colaboración en el espacio?

2014 fue el comienzo de la crisis de Crimea. En 2014, se suponía que el astronauta europeo con pasaporte alemán Alexander Gerst volaría al espacio por primera vez. Me invitaron a Baikonur para el lanzamiento. Admito que no me sentía bien. Pensé: ¿puede esto funcionar? Todo el mundo habla de sanciones contra Rusia y nosotros somos tan leales que creemos que podremos enviar a un astronauta europeo al espacio allí.

Los astronautas Gerst, Suraev y Wiseman de camino a la plataforma de lanzamiento en Baikonur (2014).
Los astronautas Alexander Gerst, Maxim Suraev und Gregory R. Wiseman, de camino a la plataforma de lanzamiento en Baikonur (2014).Imagen: Sergey Ilnitsky/EPA/picture alliance

Mis preocupaciones desaparecieron de inmediato cuando llegué a Baikonur, cuando vi a los tres astronautas allí, el europeo, el estadounidense y el ruso, sentados juntos, en paz y de buen humor. Eso también se aplica a los equipos de ambos lados, los estadounidenses y los rusos, más los europeos. Realmente discutieron entre ellos como un gran equipo y prepararon el vuelo. Creo firmemente que el espacio tiene una forma de tender un puente sobre todo esto, y necesitamos ese puente. No quiero involucrarme en discusiones políticas sobre lo que está bien o no con las sanciones. Pero lo que necesitamos siempre va más allá de las sanciones: cooperación.

Los pesimistas dicen que podría haber un enfrentamiento entre las grandes potencias en el espacio. ¿Qué cree Usted?

Siempre hay peligros y siempre hay pesimistas. Pero siempre tiene que haber gente que trabaje en contra y no persista en el pesimismo. Durante todo el tiempo que fui director general de la ESA, he tenido excelentes relaciones con la NASA y con Roskosmos, y ese sigue siendo el caso hoy. Aunque ya no soy director general, sigo teniendo contacto frecuente con la NASA, Roskosmos y muchos otros socios en todo el mundo. La astronáutica es una muy buena comunidad. Mi esperanza es que los temores de otras personas no se hagan realidad.

La cápsula de Gagarin, tras aterrizar en Smelowka (12 de abril de 1961).
La cápsula de Gagarin, tras aterrizar en Smelowka (12 de abril de 1961).Imagen: Lehtikuva/dpa/picture alliance

Estados Unidos quiere ser el primero de este siglo en aterrizar en la Luna en los próximos años. Lo más probable es que, con el tiempo, los europeos vuelen con ellos. Rusia aún no tiene planes concretos, pero los gobiernos de Moscú y Pekín firmaron recientemente un memorando para crear una estación lunar. ¿Se están formando aquí dos bloques de Estados que quieren explorar la Luna? ¿Occidente, liderado por Estados Unidos, y Rusia con China?

Hace unos años, se me ocurrió la visión de la aldea lunar. Muchos lo han entendido mal. Originalmente se trataba de un concepto abierto de múltiples socios, lo que significaría que varios socios trabajasen juntos en un concepto abierto. No se trata de colonizar la Luna. La idea era que no volviéramos a arrancar una nueva competencia para ver quién llega primero a la Luna, sino que nos pusiéramos de acuerdo para conseguirlo, y eso es lo que ha sucedido. A pesar de todos los problemas que existen entre Rusia y Estados Unidos, las conversaciones siempre han tenido lugar, nunca se interrumpieron.

Los astronautas estadounidenses Armstrong y Aldrin en el primer alunizaje (1969).
Los astronautas estadounidenses Armstrong y Aldrin en el primer alunizaje (1969).Imagen: picture-alliance/Heritage Images/NASA/Oxford Science Archive

Por supuesto, los estadounidenses quieren demostrar que pueden volver a volar a la Luna, y yo siempre digo: no "back to the moon", sino "forward to the moon". Eso significa: avanzar juntos a la luna y no repetir lo sucedido. La NASA es nuestro primer socio, pero también tenemos previstas misiones lunares con Rusia, que efectivamente se están llevando a cabo. Hemos estado y continuaremos estando involucrados en una serie de misiones chinas.

¿Hay una carrera a la Luna?

Cuando hay un objetivo, también hay una determinada competencia. Hay igualmente una carrera a Marte, que tardará muchas, muchas décadas en concretarse. La competencia también mejora el rendimiento, no queremos ocultar eso en absoluto. Pero creo que esta vez es una competencia diferente a la de hace 60 años. Ya no se trata solo de prestigio, es una competición deportiva, que considero buena.

Sonda no tripulada Chang'e-5 de China en la Luna (2020).
Sonda no tripulada Chang'e-5 de China en la Luna (2020).Imagen: CNSA/AFP

¿Cuándo volverá gente a la Luna y cuándo volará gente por primera vez a Marte?

Espero que podamos ver a un europeo en la Luna en esta década. Los estadounidenses estarán allí antes, mi estimación en este momento es para 2025 o 2026. Sin embargo, Marte no está simplemente más lejos, está fuera de nuestro cinturón de radiación. Un viaje de ida y vuelta a Marte lleva dos años, con todos los problemas de radiación y salud de los astronautas. Creo que si tenemos suerte, una persona habrá aterrizado en Marte antes de 2050.

¿Cuáles son los mayores desafíos al volar a la Luna?

Hay desafíos y oportunidades. Un desafío es, por supuesto, volar de forma segura a la Luna, aterrizar y despegar de nuevo. Por ejemplo, si hay tormentas solares violentas durante el vuelo, eso es un peligro para los astronautas. Los astronautas del Apolo tuvieron una suerte increíble. La oportunidad que veo no es volar a la Luna solo para dejar unas pocas huellas allí, sino hacer realmente investigación y desarrollo tecnológico en la superficie lunar, para luego volar a Marte, por ejemplo. Por tanto, debería lograrse un uso sostenible de los viajes espaciales a la Luna.

Johann-Dietrich Wörner es un ingeniero civil alemán, profesor universitario y ex rector de la Universidad Técnica de Darmstadt. De 2007 a 2015 fue director ejecutivo del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). De julio de 2015 a febrero de 2021 fue director general de la Agencia Espacial Europea (ESA). Actualmente es presidente de la Academia Alemana de Ciencias e Ingeniería (acatech).

La entrevista fue conducida por Roman Goncharenko.

¿A quién le pertenece el espacio?