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El resentimiento contra Francia aumenta en países musulmanes

Robert Mudge
27 de octubre de 2020

Los comentarios del presidente Emmanuel Macron sobre el islam y la libertad de expresión levantan ampollas en países musulmanes.

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Pakistan Karatschi | Protest gegen Emmanuel Macron; Präsident Frankreich
Imagen: Fareed Khan/AP Photo/picture-alliance

Tras la muerte de Samuel Paty, el maestro asesinado por mostrar y debatir con sus estudiantes sobre las caricaturas del profeta Mahoma, las autoridades francesas lanzaron una ofensiva contra el islam radical, cerrando una mezquita y allanando varias propiedades. Macron se ha comprometido a luchar contra el "separatismo islamista" y proteger los valores y principios franceses. Las reacciones en el mundo islámico van subiendo de tono.

Turquía

El economista turco Uğur Gürses dijo a DW que no es una sorpresa que el presidente Tayyip Recep Erdogan esté intentando aumentar las tensiones con occidente. La razón, según Gürses, es que Erdogan no ha abordado los problemas económicos de Turquía que se han visto exacerbados por la pandemia de coronavirus: "Las encuestas muestran una disminución significativa del apoyo al partido gobernante y sus aliados. Erdogan sabe que si Europa o Estados Unidos imponen sanciones a Turquía, aumentarán sus votos en casa. Esa es la razón por la que está batallando con Macron y Trump".

Según Ilhan Uzgel, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Ankara, la principal preocupación de Erdogan es mantener el apoyo de sus votantes: "Erdogan es incapaz de crear políticas que puedan salvar la economía turca. Y a nadie le sorprende que haya pedido a los turcos que boicoteen los productos franceses. No le importa en absoluto si tiene una imagen 'beligerante' o no, lo único que le importa en este momento es asegurarse el apoyo de los votantes".

Pakistán

El primer ministro del país, Imran Khan, ha expresado su descontento con los comentarios de Macron, diciendo que "el bien pensado ataque verbal de Macron contra el islam ha herido los sentimientos de cientos de millones de musulmanes en todo el mundo".

Los tuits de Khan están tanto en inglés como en urdu (el idioma nacional de Pakistán), lo que significa que también está tratando de llegar a las masas con este tema. Muchos pakistaníes también están descontentos con lo que dijo Macron, sin comprender completamente la profundidad y el contexto del problema.

Con relaciones políticas y económicas históricamente estrechas, Turquía siempre ha sido considerado como el aliado más cercano y confiable de Pakistán en la comunidad internacional. Erdogan es visto en Pakistán como un líder del mundo musulmán; para muchos, incluso más importante que el rey saudí, quien custodia los dos lugares más sagrados del islam: La Meca y Medina.

Turquía también ha estado trabajando en múltiples proyectos de infraestructura y desarrollo de miles de millones de dólares en Pakistán durante décadas.

Manifestantes musulmanes en Bangladés.
Protestas en Bangladés contra los comentarios del presidente francés y boicot a los productos franceses.Imagen: Suvra Kanti Das/Zumapress/picture alliance

Mundo árabe

Los comentarios de Macron han originado reacciones violentas en varios estados árabes, entre aquellos actores políticos cercanos a Erdogan y la Hermandad Musulmana.

En Jordania, un portavoz de la rama local de los Hermanos Musulmanes condenó los comentarios de Macron como un "ataque a la nación islámica", mientras que el Ministerio de Relaciones Exteriores respondió que la publicación de las caricaturas de Mahoma hirió los sentimientos de muchos musulmanes.

En Libia, Mohammed Zayed, miembro del consejo presidencial, describió los comentarios de Macron como "afirmaciones viciosas".

Qatar es otro aliado cercano de Turquía. El Estado del Golfo es visto como un patrocinador clave de los Hermanos Musulmanes y sus ramificaciones regionales. Aquí, como en Kuwait y Jordania, los productos franceses se han retirado de varios supermercados.

Sin embargo, Arabia Saudita ha sobresalido por su renuncia a unirse al coro de críticas. Este país ha estado llevando a cabo una campaña de boicot contra los productos turcos durante semanas para contrarrestar la influencia y las actividades de Ankara en los Estados árabes.

Francia

Mientras tanto, el gobierno francés se mantiene firme en su postura. Macron es inflexible a la hora de defender los principios franceses de libertad de expresión y laicismo e impulsar la estricta separación entre religión e instituciones gubernamentales.

Las medidas que anunció, como acabar con los discursos que generan odio y cerrar organizaciones que albergan a islamistas radicales, cuentan con el apoyo de la mayoría de los franceses, según una encuesta reciente. Dichas medidas atraen, en particular, a los votantes de derecha y extrema derecha. Con la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2022, Macron pretende ganar más apoyo conservador. Pero no está nada claro si su estrategia para cortejar a esos votantes dará frutos.

(rmr/ers)